CAMINOS (IV PARTE)

 










CERCANÍAS Y OTRAS COSAS

 En este apartado nos vamos a referir a los caminos que salen del pueblo y nos llevan a los distintos parajes del término  y  a los pueblos cercanos. (Hay otros que atraviesan el municipio sin pasar por el núcleo urbano de los que  ya hemos hablado)

 En la toponimia de Blacos, enumerábamos 30 nombre de caminos y sendas, pero existen más que se añadirán a la lista.  Algunos, atravesaban nuestro termino,  como el de Muriel al Burgo, Torreblacos a Abioncillo, etc. otros han desaparecido por falta de uso o por cambios en los pecios como consecuencia de la concentración parcelaria, mejorado su trazado. Actualmente los caminos están en aceptable estado y algunos parecen carreteras.

 El camino es símbolo del trascurrir de la vida. Aunque los caminos físicos son iguales para todos, las vivencias sobre ellos son  diferentes. Digamos que están llenos de penas y glorias, de ilusiones y de fracasos, de dolor y alegrías. Ni tan siquiera para mí los caminos son  siempre los mismos.

 Este artículo es muy incompleto y muy particular, falta mucho y eso es todo lo que vosotros podéis poner. Pero en algo seguro que coincidiremos. Además aprovecho la oportunidad para narrar  otros asuntos, más o menos relacionados con los caminos  y que no encuentro el lugar para contarlo.

 Los caminos del pueblo son muy antiguos y los orígenes son las sendas que los pobladores celtiberos realizaron  tanto cuando eran nómadas como cuando fueron sedentarios y los trazaron  para comunicar unos  poblados con otros.

 En la romanización y ya bien comenzado segundo siglo, había caminos que unías las colonias o granjas desaminadas por toda la Vega del Abión. Camino antiguo era el que unían la calzada romana con el poblado del rio Abión, que atravesaba la actual población, supongo que serpenteando para vencer el desnivel de la cuesta del pueblo y buscar la dirección al puente romano. Lógicamente el camino estuvo empedrado, en las zonas donde el terreno era más inestable o se retenía el agua. Este camino posiblemente llegase hasta  la Granja de Torreblacos. Tengo la creencia de que cerca del Majano tuvo que existir una estructura de puente, de un camino que llegaba al puente de Abión, pero esta teoría habría que fundamentarla con datos.

La mayor parte de los caminos actuales los son de  la repoblación medieval: era preciso en esta época comunicar las aldeas por diferentes motivos y unir los campos circundantes  con el propio municipio para que los aldeanos fueran a sus corrales de ganado o campos de labor. Uniendo las aldeas se llegaba a otras poblaciones  más importantes, como podría ser el Burgo con su mercado e Iglesia y a la cabeza del señorío, Calatañazor.

Los caminos han sido  siempre dificultosos por el relieve montañoso, predominado los de herradura sobre los carreteros debido a que  las distancias no eran largas y  era poca la mercancía  que había que transportar. Pero carros siempre los ha habido, aunque pocos.


Os describo algunos caminos.

 El camino Almazán.

Actualmente es de poco uso. Partía de las Calzadas y como su nombre indica llevaba a  la cabeza de partido judicial y también  a las pequeñas fincas adyacentes.  En octubre se iba por él  a la feria de Almazán.

Este camino tuvo que tener su importancia tras la creación del partido judicial de Almazán, hacia 1834, después de publicarse el decreto de división provincial y la distribución de los municipios (1833). (Aclaro que se crearon los partidos judiciales para facilitar las elecciones Generales del Reino, y también para agilizar la justicia).

Podíamos haber sido del partido Judicial de Berlanga por cercanía, pero pesó mucho   que formábamos parte de  la jurisdicción del señorío de Calatañazor  y su territorio.

Este camino se tuvo que utilizar tras las desamortizaciones, para ir a las subastas y posterior inscripciones de las  fincas en los registros notariales y de la propiedad (las que se inscribieran)

También había que ir  Almazán  para  solucionar algún conflicto en los juzgados de primera instancia. Los asuntos importantes como podían se lo litigios se hacían en Soria y Valladolid. Con anterioridad a los partidos judiciales se iba a registrar a donde había escribano, Calatañazor y  Fuentepinilla.  Supongo que algún particular tiene documentos donde figure estos lugares de registro.

A Almazán se iba por octubre a la feria.

 Camino de la Villa.

Históricamente era  el camino más importante, pues no olvidemos dependíamos jurisdiccionalmente de Calatañazor,  de sus señores y alcaldes mayores.

Me imagino la cantidad de viajes que ha habido que realizar para solucionar lo que no podía solucionar el concejo y para reclamar abusos de los alcaldes mayores, como fueron a lo largo de tiempo el abuso de los apeos, es decir de los deslindes municipales, siempre impuestos con violencia a los de Blacos.

Para mí siempre ha sido un camino largo y me sorprenden los taludes  de piedra, siempre en equilibrio inestable junto a los  requejos, ahora choperas, junto al rio Milanos. Se iba a la botica, al médico, al prestamista, etc. Por este camino iba el cura a recibir las órdenes del obispo a través del arcipreste y llevar las cuentas  y respuestas de  los visitadores.

 El camino se desvía hasta el colmenar que fue de María Candelas de Calatañazor y los prados, que algunos han estado acorralados.

 Las Carreras.

 Este no es camino de herradura, sino camino de carros, se supone que por su anchura, su piso y para acercarse a la carretera.  También colada. También camino importante que lleva a la ermita, que lleva a la calzada romana, a la dehesa, al camino de Almazán, de Rioseco, etc. en definitiva el más importante.

 Este camino está bordeado  huertos  cercados  de mampostería, con sus porteras, para protegerlos de los ganados. Los cercados eran de piedra, o piedra y adobe, cubiertos con bardas de enebro y rematado con tierra sobre las que crecía el cebu (sedum album), llamado pampajarito, del que se utilizaba para alimentar a los  pájaros en casa. (He sabido que el cebu se podía encurtir  con vinagre, pero en Blacos nunca lo he visto).

 Este sistema de huertos cercanos al municipio recordemos que son muy antiguos,  proceden del reparto de tierra de la época de la Repoblación y que seguía patrones de reparto de tierra que ya se hacía entre los pobladores romanos. Pero esto es otra historia.

 Por las carreras se iba a coger la carretera nacional y a esperar los “correos”, nombre genérico para los coches de pasajeros. De estos autobuses en otros foros ya se han contado anécdotas de este trasporte. Yo aporto el dato de que La dirigencia-correo tirada por caballos, de Soria, en 1909 salía a las 7:15 y llegaba a Blacos hacia las 11, costaba 3,25 ptas.  Cuatro horas y cuarto. Eran otros tiempos.

 Camino Abioncillo.

 Era el camino que iba al Carrascal y a las tainadas de las rozas (llamadas así por estar en las roturaciones  cercanos al carrascal). Es curioso la disposición de las tainadas, juntas que aprovechaban las medianeras, con ahorro de obra. El camino que nos une con Abioncillo también nos llevaba a Muriel.

 Abioncillo siempre ha estado como escondido de nosotros, solo a 2,8 km. Podía haber sido parte de nuestro pueblo si se hubiera aprobado la desanexión de Calatañazor en 1938, que así lo solicitaron su vecinos para juntarse con Blacos.

 Por esta calzada vino en abril de 1778 el corregidor de Soria para que el alcalde de Blacos, Pedro Sancho tomara posesión, en representación del concejo, del monte Carrascal usurpado por el concejo de Calatañazor.  A la larga,  parte que nos dio la junta Administrativa para los repartimientos  de montes común con Calatañazor.

 De Muriel pasaban a vender piñas a Rioseco, o se llevaba grano a los pueblos de pinares. Por él han transitado muchos personajes, como pudiera ser el  afilador de Muriel, Elías, con su rueda. De Muriel también pasaban a vender piñas a Rioseco.

 Camino la Torre.

 Es el más corto entre los pueblos, no llega a los dos kilómetros. Esta distancia es relativa si se tiene que recorrer según estas dos experiencias.

No es demasiada distancia para oír en Torreblacos al Garivaldi de Osma, que era un hojalatero, que se anunciaba dando grandes gritos.

 Es un inmensa distancia para llevar una cerda en celo, para ser cubierta, por un verraco del Jesús el Barbero. Un viaje desesperante, sin linealidad, atemporal, que pone a prueba los nervios a cualquiera.

 Distancia ampliable era  para el cura D. Evaristo, hombre simpático, que era de la Mallona. Venía a Blacos andando por el camino, pero otras veces alargaba el viaje  por el   empalme de Torreblacos, cogía el autobús hasta la venta, donde tras calentarse, iba a Blacos a hacer la misa. El día de año nuevo de 1959 me visitó,  y yo apenas tenía un día. D. Evaristo repartía leche y queso en la escuela. Era célebre por decir aquello de “quiero más a los de Blacos jurando que a los de la Torre rezando” (Se refería a la doblez natural, de nuestros vecinos)

 También ha sido camino de mercadeo: era el camino por donde el tío Casiano de Valdealvillo pasaba con el burro cargado de cebollas matanceras para venderla en  Cabrejas, o volvía con patatas de siembra de la Cuenca.

 En el camino la Torre estaba el pobrero, edificio tipo choza para que pudieran refugiarse los pobres y no tener que ir a ningún pajar particular.  Antes, se les metía en la cocina para cenar y luego se les buscaba pajar, y si estaba impedido se le llevaba en caballería a otro pueblo.  A la mayoría no les gustaba el pobrero, preferían ir a las casas para conversar y sobre todo si se había acabado la leña que ponía el ayuntamiento. No se les permitía permanecer más de un día en el pueblo, a no ser que fuera de algún pueblo cercano y conocido. Anécdota de uno que no  le gustaba  el pobrero: siendo tio Simón  alcalde de Valdealvillo,  decía: “como me llamo Genaro Bohillos, que el

Tio Simón va a presidio” (Genero mendigaba y no era “completo”) Genaro era tío de  tio Simón.

Antes de hacer la carretera era el camino para ir al Burgo, al mercado, o el camino por donde iban  y venía los clérigos, visitadores, párrocos, obispos, y por donde se llevaban la parte del diezmo que pertenecía al obispo o a la catedral. Se pasaba por Torreblacos hasta coger el camino viejo en la Cruz del Canto de Valdealvillo.

 Camino de Rioseco.

Este camino, tras sortear la Venta, se metía por  la dehesa  para subir a la Calzada y al poco abandonarla. La distancia es cercana a los 4 km.

Se iba los lunes a la feria.  Muchas personas iban a pasar el día, charlar y echar un trago y, si se terciaba compraban o vendían algo. El tiempo antiguamente trascurría sosegado. También se iba a la feria de Berlanga a ver caballerías, o para ir comprar ovejas a Gormaz, Liceras  y hasta  Torremocha si era necesario.

Por el camino venía el  Antonio con la yegua cargada de retales de la tienda nueva de confección. Su padre había sido sastre y sus abuelos habían tenido tienda en Buenos Aires

 De Tajueco, venía Máximo, creo se llamaba, con  botijos y pucheros,…envueltos en paja y colocaditos en los serones.

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 Para acabar:

 Quedan muchos caminos, donde seguramente hay historias bonitas y otras truculentas historias como las del Camino Viejo, donde fueron  acosadas las hermanas del conde de Gerona por tropas de Napoleón. Este conde, del que ya hablaré,  tenía predios en Blacos  y solía venir de Madrid o de  Granada, de donde eran, a ver sus posesiones en la comarca del Burgo. O historias del coche de Fuentepinilla, que desde la Venta Nueva iba al Burgo, que tanto llevaba pasajeros,  cochinos en cajones o latas de petróleo.  O las historias para ir a la romería de San Bartolo por  camino del Monte, Casa Vieja, por la veguilla de Cantalucia, a la que se iba a pie o en caballería, siempre que se hubiera acabado de segar. De regreso solían quedarse en el baile de Fuentecantales, que eran fiestas.

 A principios de siglo XIX era competencia  de los ayuntamientos el mantenimiento de los caminos, aunque ya existía un reglamento de 1848 por el cual los municipios debían arreglar los caminos vecinales con cuadrillas con el sistema de “prestación personal”, gratuito, dos veces al año, se días en total, por gente inexperta.

En 1861 la Diputación encargaba a <los municipios las entradas y salidas a la carretera, bien con peonadas, con dinero o con materiales.

La Hermandad  Sindical de Labradores y Ganaderos formada en 1945 tenía las funciones de  ajustar pastos, reparto de rastrojeras, arreglo de caminos en hacenderas

 Las hacenderas, era un servicio de origen medieval, que  obligaban los señores a los concejos  a arreglar cosas comunes, como caminos, limpiara ríos, etc. Lo hacían los hombres y siempre había escaqueo, bien por ausencia, bien por improductividad. Siempre había gente que en su ética estaba el compromiso a la ayudar al común. En alguna época fueron voluntarias y en otras eras punitivas.

Los caminos se arreglaron con la concentración parcelaria de 1964. Hubo sus polémica, por ejemplo los de Blacos negaron aporte de piedra   a los de Torreblacos para arreglar sus caminos, desconocemos la causa. Algunos no tuvieron inconveniente de cederles lo que tanto nos sobraba.

 Otro día hablaremos de otros caminos y otras vidas. Espero vuestra aportación.


Pinto, 3 noviembre de 20202

Serafín Pérez García

serafin.perez.2014@gmail.com