CONSTRUCCIONES URBANAS SINGULARES Y SUS USOS
Para exponer estos apuntes me hubiera gustado contar con fotos
de los edificios, en cuanto se consigan se añadirán. Asimismo, estos
apuntes se modifican a medida que se tienen nuevos datos, sobre
todo cuando se consulten los protocolos notariales que se custodian
en Almazán.
1. El Ayuntamiento o Casa Concejo anterior al actual.
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Cuadro pintado por Carmen Ambrona y donada al Ayuntamiento |
El Ayuntamiento que hoy existe tiene una antigüedad de 25 años. Para su construcción hubo que derribar el anterior. Fue una pena porque se perdió parte de nuestro patrimonio cultural.
Desconozco cuando se construyó el primer ayuntamiento. Es posible que se levantase en la segunda mitad del siglo XVIII, época de mayor población de Blacos y se alzara sobre otra anterior Casa del Concejo. Su construcción debió de hacerse tras soportar los costes de construcción de la Ermita de Valverde (acabada y no rematada en 1690), y en la época en que se hicieron muchas roturas de tierras. (1)
Sabemos de su existencia porque en 1820 el edificio del Ayuntamiento tenía un valor equivalente a 300 de
las antiguas pesetas , mientras que el valor de las 52 casas que conformaban el pueblo
llegaba hasta las 6.109 ptas.(2). Esto indica que el edificio en si era económicamente casi tres
veces más valioso que una casa, y esto sólo puede explicarse, si en esta fecha el edificio se hubiera
mantenido hueco, sin compartimentar.
Pascual Madoz, en su Diccionario (1850) dice que “la casa consistorial, muy capaz y buena fabrica, en la que está la escuela de instrucción primaria de ambos sexos (…) “(3)
El antiguo ayuntamiento era una construcción tradicional a base de postes y vigas, comportando pórticos de corta luz para que no pandeasen los cabios de las crujías de la cubierta. Tenía cuatro tramos. La madera empleada era de pino, de olmo y de sabina. Las vigas eran buenas y escuadradas. La mampostería era diversa: de piedra en la planta baja y adobe en la superior (que era más baja). La diferente fábrica de los hastiales indicaba que no habían sido realizadas a la vez y posiblemente en su intervención, debido a la escasa calidad de la fábrica, se contaría con la aportación de mano de obra del vecindario
Al ábrego, en la parte baja, se ubicó la escuela vieja, que tenía ventanales grandes realizados hacia 1930 para mejorar la iluminación. Se entraba a esta por un estrecho portal que también daba acceso a una leñera y a una escalera para subir a la que fue casa del maestro hasta que se prohibió que viviera junto a la escuela, (después fue Hogar del Frente de Juventudes). Por la puerta principal, que daba a la plaza, se accedía al salón, donde se realizaban las comedias y el baile, y desde aquí, al fondo, por una escalera mala calidad se accedía, ya en la parte superior, a una estancia cuadrada con bancos corridos hechos de vigas escuadradas que hacían de asiento para los vecinos cuando asistían a los concejos. Desde aquí se accedía a los dos despachos: la secretaría y el cuarto de la Hermandad de Labradores y Ganaderos de la época de la dictadura. Era una estancia de techo bajo y con la iluminación de la ventana que daba al norte. Detrás del Ayuntamiento, al oeste, y adosado a este había un toril comunal más moderno.
Era un edificio grande que nunca se tuvo que derrumbar. La reforma, con modificación de la altura del piso superior era una opción cara pero posible. Se optó en los años noventa por arreglar el tejado que dejó mucho que desear.
Posteriormente se acuerda hacer un edificio nuevo, más pequeño y funcional, y se derriba un edificio antiguo cargado de historia.
El 30 septiembre de 1995 se aprueba la terminación de obras del nuevo ayuntamiento con presupuesto de 5 millones de pesetas, de los que 3 millones los pone el Ayuntamiento. Se licita la terminación de la casa consistorial a Construcciones Inodejo Sl. (4) El mobiliario valorado en un millón de ptas. lo paga la Diputación.
El Ayuntamiento era un edificio donde se reunía el concejo abierto, cuando lo hubo, o se reunía el alcalde mayor y con los regidores o jurados, según las épocas, para tratar sobre la administración de los bienes propios y comunes, conflictos entre agricultores y ganaderos, amillaramientos, pagos a la Iglesia por diferentes motivos ( licencias, multas, arreglos de campanas,...) sorteo de milicianos, etc. También era el lugar donde el clavero (antiguamente) tenía el arca de los papeles importantes. En el arca estaban la mayor parte de la documentación antigua que ha desaparecido en diferentes épocas y por diferentes motivos. (5)
Antiguamente las reuniones del Concejo se hacían en el porche de la Iglesia (6) o en sus cercanías, al aire libre, o bajo el olmo de la plaza (que se plantó como símbolo de paz y concordia tras las cortes de Cádiz), u otro que le sustituyese, o en la casa de algún vecino. Se convocaba a campana tañida o por aviso con campanilla o corneta. Pero del funcionamiento del Concejo y hablaré en un capítulo aparte porque hay asuntos muy curiosos que exponer.
“estar como estamos juntos y congregados en nuestra casa concejo. Según lo habemos y tenemos de costumbre juntar para tratar y conferir cosas tocantes y perteneciente al servicio de Dios nuestro señor hi cuya utilidad de sus vecinos nombrados y señaladamente los señores (…)todos los vecinos de este lugar, confesa como confesamos ser la maior parte de los vecinos que del presente son, por nos mismos, en voz y nombre de los demás vecinos, que al presente son, que están asusentes , impedidos y por venir y por los que son de aquí en adelante (…) “
Parte del acta del 4 de enero de 1771, del Concejo, Justicia y Regimiento de la aldea de Blacos. Miguel Gonzalo y Hernando Muñoz el Viejo eran los procuradores del concejo en este año.
2. Las casas con soportales:
Las casas con soportales están en la plaza Mayor. Los soportales de Blacos, es posible que sean añadidos a las viviendas y no formasen parte de la construcción original. Lo conforman las cinco casas de la parte alta de la plaza. El por qué se hizo lo desconozco, pero pudo ser para ampliar el espacio de la casa curato. Estas construcciones le dan un aspecto especial a la plaza y rompe la dureza del espacio ofreciendo sombra u cobijo.
La casa del cura, por ser residencia del párroco era considerado un bien eclesiástico secular y por lo tanto quedó libre de subasta, en la desamortización del siglo XIX. Podría haber sido una casa particular adquirida por alguno de los curas que hubo en Blacos y que como D. Francisco de las Cuevas, tenía muy buenas capacidades económicas. Esta vivienda se inmatriculó a nombre del obispado en 1900 y recientemente fue adquirida por Concepción Vinuesa en compra al obispo (obispado).
3. La Casa del Tío Melquiades:
Como no he podido conseguir ninguna foto de la misma, este dibujo intenta representar el recuerdo que yo tengo de ella
La casa la hemos conocido casi todos. Al tío Melquiades, que descendía de Torreblacos, no lo conocieron ni nuestros padres ya que falleció en 1905. (8)
Cuando describí el tipo de casa tradicional de Blacos pensé en esta. La conocía porque sus herederos la cedieron para granero. La casa era bastante grande y además del pajar que tenía en el interior junto a las cuadras disponía de otro exterior adosado (a la casa). Tenía un anteportal bajo la tramada del primer piso, que daba a la calle. Era un lugar resguardado de los vientos y muy soleado y disponía de un poyo de piedra en el lateral. El suelo era la misma roca sobre la que se asentaba la casa. Eran curiosas las habitaciones de abajo (con su alcoba) y las dos habitaciones del solano de la planta superior porque tenían cielo raso. Este era de barro “faldegado” en blanco y soportado por un trenzado de ramas finas y peladas de barda. En el centro del techo había un rosetón, sencillo de formas geométricas, pintadas en azul y rojo. Era fino y elegante y no he conocido esto en ninguna otra casa.
La casa tenía cantidad de aperos de labranza, de medida, para trasporta granos y un largo etcétera. Todo fue vendido a un anticuario. Era la casa ideal para haber hecho un museo etnográfico. Pero nuestros renteros no tuvieron la sensibilidad para conservar esta maravilla que dejaron hundir y que perdimos para siempre.
4. La casa del Pósito Municipal:
Este edificio, que debía ser humilde, no sabemos en qué lugar de la calle que lleva su nombre se situaba. Algunos dicen que estuvo en la plazuela detrás del Ayuntamiento , en los casillos que luego sirvieron de graneros particulares.
El pósito en realidad era una Institución comunal y solidaria del Concejo, es decir, del común de vecinos. Era una entidad de previsión agraria a la que la gente acudía cuando había hambre o cuando por las sequias no había grano para sembrar. También se le llamaba “cámara de misericordia”, pero no confundir con el arca de misericordia de la Iglesia, que es otra institución pía que tenía objetivos parecidos. Era un almacén de trigo y otros cereales que el Ayuntamiento compraba a precio tasado en septiembre a los agricultores y que a veces transformaba en dinero si era eso lo que se necesitaba para hacer alguna obra o pagar al maestro, como ocurrió en 1877. El préstamo era a interés (el arca de misericordia era préstamo sin interés pero era prenditicio) (13) A veces la Iglesia hacía prestamos al Concejo, como ocurrió en 1763 que el mayordomo de la ermita presta 16 fanegas de trigo a 26 rs la fanega.
El diccionario de Madoz (1850) dice había dos molino harinero y un granero pósito y pio. Pero su existencia es tan antigua como el pueblo.
Sufrió los avatares de todos los pósitos, como fueron el retirar 1/5 de las reservas para sufragar la Guerra de Francia en época de Calos IV (1788 y 1789), o la confiscación de las tropas de Napoleón, o de las partidas guerrilleras de las guerras carlistas, etc. A mediados del siglo XIX hubo malos años de cosecha y la gente no podía devolver el prestado: hubo una ley de perdón para estos impagos y para todos aquellos que no habían pagado los arbitrios. En los últimos tres años del siglo XIX muchos vecinos tuvieron que tomar dinero o granos del pósito pues hubo cosechas desastrosas. Después de la Guerra Civil lo administraba la Hermandad de Labradores y Ganaderos y en 1955 los absorbe el al servicio nacional de cereales, SEMPA.
Me hubiera gustado tener la oportunidad de haber visto los libros de contabilidad de esta institución pero me temo que se hayan perdido para siempre. (9)
5. Los cocederos de pan.
En el apunte ”Las construcciones, parte I”, ya hablé de cómo eran los hornos del interior de las viviendas. Había hornos interiores en las casas y exteriores en otros edificios. El solado solía ser de baldosa de barro con chamota de las tejeras de Blacos, La Torre o de Muriel. La construcción se hacía con adobes trapezoidales que se colocaban en aros en disminución hasta rematar la cúpula. Por dentro y por fuera se lodaban de barro rojo, para que fuera definitivamente todo un cuerpo. La temperatura interior, dependía un poco, de la leña, pero podía mantenerse a 280 grados fácilmente.
Antiguamente los hornos los controlaba el señor de la Villa, eran los hornos de poya, y para poder cocer se pagaba una tasa. Posteriormente los había comunales, de los vecinos y administrados por los concejos y los particulares. A los comunales se llevaba la masa o se amasaba allí mimo, y las hogazas se marcaban con un sello, “la pinta” o “pintadera”.
De como se hacía el pan y que utensilios e utilizaban se pueden encontrar información en webs de etnografía de pueblos cercanos, porque se hacía en todas las parte de forma parecida.
Hacia mitad del siglo XX hubo en Blacos dos panaderías: la de las Panaderas Escribano y el de Manuel Pérez. Posteriormente, Vicente traía el pan con su motocarro desde Rioseco.
6. Las fraguas:
La fragua que he conocido, y que se derribó, estaba orillada al final de la calle que bajaba del frontón a la izquierda, frente a la típica casa de la Matilde (otra joya de construcción popular derribada).
Lamentablemente el edifico no se pudo conservar y los útiles como el fuelle, el yunque, la rueda de afilar, etc. desaparecieron. Una pena. Hoy restaurado podría ser una atracción del pueblo para explicar su pasado.
El edificio era pequeño, de unos veinte metros cuadrados, construido de piedra y soportado por postes en las esquinas y una cubierta tradicional como se construía en el pueblo.
Desconozco cuándo se construyó y su ubicación en el pueblo y desconozco, también, si este edificio era el mismo, que estando situado en la Calle Real, salió a subasta en las desamortizaciones por ser bien de propios del Ayuntamiento. Tras leer el recorte que se adjunta puede que alguien que sea capaz de ubicarlo.
La fragua era un centro social donde los hombres iban a conversar si no tenían nada que hacer, o querían conversación. “Días de frio y agua, días de taberna y fragua”
Herreros que se conocen fueron Eusebio Martínez, que era de Talveila, y que falleció en el pueblo en 1832. Santiago Fernández, casado con Benita Marina, que eran de Cubillos, allá por 1850. Después de la Guerra Civil venia el herrero de Muriel que se llamaba Gregorio. Que venía los martes, si no había mucha lluvia.
Al herrero se le ajustaba para hacer las rejas y arreglar arados el día de la fiesta de septiembre y se pagaba una arroba de vino para beberla entre todos. Se le daba unas 30 medias de trigo al año y el carbón de piña lo ponía el. Además de lo anterior hacía trébedes, herraje de ventanas, llaves, cerraduras, herraba caballería, etc. Pagaba cada uno su encargo.
7. La Venta de Valverde:
De este edifico urbano extramuros (se consideraba núcleo urbano) , ya hablé en el apunte publicado, y que he corregido.
La venta la construyó Salvador Pérez Origüén (1823 -1888) (10). Se construyó cuando se estaba haciendo la carretera de Soria a Aranda y terminada en 1860. Las primeras noticias que tenemos de la Venta son de a 1862. La idea y el dinero necesario para su construcción, que fue bastante, posiblemente fueran de D. Tomás Ballano y García, del que ya hablé en los apuntes de “Las eras de Don Tomas Ballano y García”.
Este señor era el encargado en el gobierno Civil de llevar los arrendamientos de lugares de hospedaje, como fueron las posadas de Valdealvillo, Agreda y Villaciervos, entre otras. Y estaba al tanto de estos negocios, y además, tenía algo más de dinero que Salvador y su esposa María Escribano y García (su sobrina, a quién dejo en usufructo las eras del pueblo). El terreno por encima de la Venta también podía ser de él, ya que siempre se llamaron las “eras del Tío Salvador”(inmatriculado recientemente por el obispo).
El solar donde se realizó pudo pertenecer a María Maza, que era su bisabuela por parte paterna. Siempre he oído que Salvador estuvo amenazado de excomunión por haber comprado una tierra de la Iglesia, que bien pudo ser ésta.(12)
La venta tenía una cerrada de piedra y adobe, agua de pozo y agua corriente del arroyo Santa María. La deshesa no estaba cerrada, por lo que el terreno se guardaba del ganado con el cerramiento.
Fue un edificio mucho más grande que el actual y tenía corrales y cobertizos. Aquí se cambiaban los caballos de las postas (correos). Por esta relación mi bisabuelo Felipe fue cartero.
La Venta ardió el 30 de septiembre de 1897 cuando mi abuelo Cándido, nieto de Salvador, tenía 24 años. Cándido rehízo un edificio y después de la quema de Blacos (1943) tabicaron el interior y se fueron a vivir allí.
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NOTAS ACLARATORIAS:
(1) Pero pudo ser antes ya que en 1709 la Iglesia, a través de su mayordomo, vende tejas y baldosas al concejo y algunas personas de otro lugar por 24 rs 16 mvs, que no imagino a que otro destino podía tener sin no era este, o el pósito o algún otro lugar comunal.
(2) “Soria y la operación catastral y estadística de Martin de Garay 1818-1820” M. A. Brincas y G. Mercapide (UC)
(3)“DiccionarioGeográfico-Estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar” (1846-1850). Lo mismo dice de la ermita.
(4) Diario de Soria 28 noviembre de 1995
(5) Antiguamente había un Clavero del archivo de papeles que solía recaer en el alcalde del lugar que custodiaba las llaves, se supone de un arca. Allí se guardaban los documentos importantes como podían ser las ordenanzas, apeos, acuerdos de reparto de las suertes de monte o del carrascal, sentencias, etc. Así como sus planos, hoy la mayoría desaparecidos bien por deterioro, por expurgo o por están en casas de particulares y que tendría gran valor para su estudio compartirlo
(6) En 1677 el visitador del obispo Nicolás de Torres manda “que se haga un soportal para la iglesia (…)”. Al año siguiente se hizo, y costó 50.534 reales. Para poder pagarlo fundaron cuatro censos. Posteriormente se hizo el cerramiento del porche por el lateral norte y se construyó un muro bajo donde se pusieron nuevos postes. Si anteriormente hubo otro y se derrumbó, lo desconozco, pero no he encontrado nada en la carta cuenta dela Iglesia. Recordar que el porche de la iglesia que hemos conocido se derribó por los años 60 del pasado siglo, estaba sobre el cementerio de la iglesia. Otra pena que se derribara, pues era un lugar de reunión y se podría haber optado por otras soluciones.
(7) El Bachiller cura vicario de Blacos y La Torre era de Almazul, murió el 18-5-1689, estuvo de cura ocho años y está enterrado en la capilla mayor de la Iglesia de Blacos. Su madre, que vivía con él, murió dos años antes y se enterró junto al altar de la Virgen del Rosario. Era muy rico, y dejo en su testamento aniversarios perpetuos para hacer misas y dio muchas limosnas. Creó un una fundación de huérfanos o pobres, otra para casar doncellas y una para ayudar a estudiantes. Manda la casa donde vivía , con carga de 12 aniversarios, para doce misas rezadas por su alma, y dando un cuartillo al sacristán en cada misa. “Y si el vicario no lo hiciere la casa se venda y la mitad se dé para dorar el retablo de la Torre y la otra mitad a la fábrica del lugar de Blacos, y a los pobres de Blacos y la Torre con equidad”.
(8) Melquiades Ropero y Rioseco (10/12/1838 - 22 /9/ 1905) Hijo de juan Antonio Ropero y Pascuala Rioseco (ambos de Torreblacos). Su mujer, María Gonzalo murió el 13/9/1901.
(9) Remanente del Pósito: 1907 había pósito. El 3 de diciembre se enajenaros en subasta 5982 kg de centeno (Tierra Soriana, periódico independiente nº 110, año II, 24 noviembre). En 1929 había 418,07 ptas. para hacer préstamos. En 1932 había 4. 932,91 ptas. En en 1933 había 5.052, 90 ptas.
(11) Salvador Pérez Origüén (6/8/1823 – 6/3/1888) hijo de Juan y de Estefanía murió a las seis de la mañana, a los 66 años “dice el libro de difuntos”. Se casó en 1845 con María Escribano, que era viuda de Felipe Regaña. Se hicieron las tres proclamas los tres días festivos en el ofertorio de la misa conventual. También se leyeron las proclamas en Valdenarros, por el párroco Pedro Alfaro. El padrino de pila fue Santos Ballano y bautizado por el cura Felipe Miranda.
(12) María Maza, a su muerte, a finales de 1700, funda en la iglesia un aniversario de 10 ducados de capital cargado sobre censo de "una arreñal que tenía junto a la dehesa, una terreriza en la boca de las Rozas y un huerto en el Molino Somero". Este arreñal llegaba al menos hasta la actual carretera.
(13) Existía en Calatañazor una Real Cédula de Su Majestad Felipe III, fechada en San Lorenzo el Real, del 10 de septiembre de 1614, a representación que se hizo por parte del "Concejo, justicia y regimiento" de Calatañazor, presentando la necesidad que tenía de dinero para los lugares de la jurisdicción de pan (cereales) les permitió y dio facultades para que sus propios, rentas y caudal del Pósito tomara a censo de quien se lo quisiera dar, la cantidad de 1000 ducados para comprar pan para la provisión de dicho pósito vecinos y caminantes (...) El primer dinero lo hizo un prestamista de Ayón y el segundo uno de Atienza.
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Pinto 14 diciembre de 2022
Serafín Pérez García
serafin.perez.2014@gmail.com