CAMINOS (IV PARTE)

 










CERCANÍAS Y OTRAS COSAS

 En este apartado nos vamos a referir a los caminos que salen del pueblo y nos llevan a los distintos parajes del término  y  a los pueblos cercanos. (Hay otros que atraviesan el municipio sin pasar por el núcleo urbano de los que  ya hemos hablado)

 En la toponimia de Blacos, enumerábamos 30 nombre de caminos y sendas, pero existen más que se añadirán a la lista.  Algunos, atravesaban nuestro termino,  como el de Muriel al Burgo, Torreblacos a Abioncillo, etc. otros han desaparecido por falta de uso o por cambios en los pecios como consecuencia de la concentración parcelaria, mejorado su trazado. Actualmente los caminos están en aceptable estado y algunos parecen carreteras.

 El camino es símbolo del trascurrir de la vida. Aunque los caminos físicos son iguales para todos, las vivencias sobre ellos son  diferentes. Digamos que están llenos de penas y glorias, de ilusiones y de fracasos, de dolor y alegrías. Ni tan siquiera para mí los caminos son  siempre los mismos.

 Este artículo es muy incompleto y muy particular, falta mucho y eso es todo lo que vosotros podéis poner. Pero en algo seguro que coincidiremos. Además aprovecho la oportunidad para narrar  otros asuntos, más o menos relacionados con los caminos  y que no encuentro el lugar para contarlo.

 Los caminos del pueblo son muy antiguos y los orígenes son las sendas que los pobladores celtiberos realizaron  tanto cuando eran nómadas como cuando fueron sedentarios y los trazaron  para comunicar unos  poblados con otros.

 En la romanización y ya bien comenzado segundo siglo, había caminos que unías las colonias o granjas desaminadas por toda la Vega del Abión. Camino antiguo era el que unían la calzada romana con el poblado del rio Abión, que atravesaba la actual población, supongo que serpenteando para vencer el desnivel de la cuesta del pueblo y buscar la dirección al puente romano. Lógicamente el camino estuvo empedrado, en las zonas donde el terreno era más inestable o se retenía el agua. Este camino posiblemente llegase hasta  la Granja de Torreblacos. Tengo la creencia de que cerca del Majano tuvo que existir una estructura de puente, de un camino que llegaba al puente de Abión, pero esta teoría habría que fundamentarla con datos.

La mayor parte de los caminos actuales los son de  la repoblación medieval: era preciso en esta época comunicar las aldeas por diferentes motivos y unir los campos circundantes  con el propio municipio para que los aldeanos fueran a sus corrales de ganado o campos de labor. Uniendo las aldeas se llegaba a otras poblaciones  más importantes, como podría ser el Burgo con su mercado e Iglesia y a la cabeza del señorío, Calatañazor.

Los caminos han sido  siempre dificultosos por el relieve montañoso, predominado los de herradura sobre los carreteros debido a que  las distancias no eran largas y  era poca la mercancía  que había que transportar. Pero carros siempre los ha habido, aunque pocos.


Os describo algunos caminos.

 El camino Almazán.

Actualmente es de poco uso. Partía de las Calzadas y como su nombre indica llevaba a  la cabeza de partido judicial y también  a las pequeñas fincas adyacentes.  En octubre se iba por él  a la feria de Almazán.

Este camino tuvo que tener su importancia tras la creación del partido judicial de Almazán, hacia 1834, después de publicarse el decreto de división provincial y la distribución de los municipios (1833). (Aclaro que se crearon los partidos judiciales para facilitar las elecciones Generales del Reino, y también para agilizar la justicia).

Podíamos haber sido del partido Judicial de Berlanga por cercanía, pero pesó mucho   que formábamos parte de  la jurisdicción del señorío de Calatañazor  y su territorio.

Este camino se tuvo que utilizar tras las desamortizaciones, para ir a las subastas y posterior inscripciones de las  fincas en los registros notariales y de la propiedad (las que se inscribieran)

También había que ir  Almazán  para  solucionar algún conflicto en los juzgados de primera instancia. Los asuntos importantes como podían se lo litigios se hacían en Soria y Valladolid. Con anterioridad a los partidos judiciales se iba a registrar a donde había escribano, Calatañazor y  Fuentepinilla.  Supongo que algún particular tiene documentos donde figure estos lugares de registro.

A Almazán se iba por octubre a la feria.

 Camino de la Villa.

Históricamente era  el camino más importante, pues no olvidemos dependíamos jurisdiccionalmente de Calatañazor,  de sus señores y alcaldes mayores.

Me imagino la cantidad de viajes que ha habido que realizar para solucionar lo que no podía solucionar el concejo y para reclamar abusos de los alcaldes mayores, como fueron a lo largo de tiempo el abuso de los apeos, es decir de los deslindes municipales, siempre impuestos con violencia a los de Blacos.

Para mí siempre ha sido un camino largo y me sorprenden los taludes  de piedra, siempre en equilibrio inestable junto a los  requejos, ahora choperas, junto al rio Milanos. Se iba a la botica, al médico, al prestamista, etc. Por este camino iba el cura a recibir las órdenes del obispo a través del arcipreste y llevar las cuentas  y respuestas de  los visitadores.

 El camino se desvía hasta el colmenar que fue de María Candelas de Calatañazor y los prados, que algunos han estado acorralados.

 Las Carreras.

 Este no es camino de herradura, sino camino de carros, se supone que por su anchura, su piso y para acercarse a la carretera.  También colada. También camino importante que lleva a la ermita, que lleva a la calzada romana, a la dehesa, al camino de Almazán, de Rioseco, etc. en definitiva el más importante.

 Este camino está bordeado  huertos  cercados  de mampostería, con sus porteras, para protegerlos de los ganados. Los cercados eran de piedra, o piedra y adobe, cubiertos con bardas de enebro y rematado con tierra sobre las que crecía el cebu (sedum album), llamado pampajarito, del que se utilizaba para alimentar a los  pájaros en casa. (He sabido que el cebu se podía encurtir  con vinagre, pero en Blacos nunca lo he visto).

 Este sistema de huertos cercanos al municipio recordemos que son muy antiguos,  proceden del reparto de tierra de la época de la Repoblación y que seguía patrones de reparto de tierra que ya se hacía entre los pobladores romanos. Pero esto es otra historia.

 Por las carreras se iba a coger la carretera nacional y a esperar los “correos”, nombre genérico para los coches de pasajeros. De estos autobuses en otros foros ya se han contado anécdotas de este trasporte. Yo aporto el dato de que La dirigencia-correo tirada por caballos, de Soria, en 1909 salía a las 7:15 y llegaba a Blacos hacia las 11, costaba 3,25 ptas.  Cuatro horas y cuarto. Eran otros tiempos.

 Camino Abioncillo.

 Era el camino que iba al Carrascal y a las tainadas de las rozas (llamadas así por estar en las roturaciones  cercanos al carrascal). Es curioso la disposición de las tainadas, juntas que aprovechaban las medianeras, con ahorro de obra. El camino que nos une con Abioncillo también nos llevaba a Muriel.

 Abioncillo siempre ha estado como escondido de nosotros, solo a 2,8 km. Podía haber sido parte de nuestro pueblo si se hubiera aprobado la desanexión de Calatañazor en 1938, que así lo solicitaron su vecinos para juntarse con Blacos.

 Por esta calzada vino en abril de 1778 el corregidor de Soria para que el alcalde de Blacos, Pedro Sancho tomara posesión, en representación del concejo, del monte Carrascal usurpado por el concejo de Calatañazor.  A la larga,  parte que nos dio la junta Administrativa para los repartimientos  de montes común con Calatañazor.

 De Muriel pasaban a vender piñas a Rioseco, o se llevaba grano a los pueblos de pinares. Por él han transitado muchos personajes, como pudiera ser el  afilador de Muriel, Elías, con su rueda. De Muriel también pasaban a vender piñas a Rioseco.

 Camino la Torre.

 Es el más corto entre los pueblos, no llega a los dos kilómetros. Esta distancia es relativa si se tiene que recorrer según estas dos experiencias.

No es demasiada distancia para oír en Torreblacos al Garivaldi de Osma, que era un hojalatero, que se anunciaba dando grandes gritos.

 Es un inmensa distancia para llevar una cerda en celo, para ser cubierta, por un verraco del Jesús el Barbero. Un viaje desesperante, sin linealidad, atemporal, que pone a prueba los nervios a cualquiera.

 Distancia ampliable era  para el cura D. Evaristo, hombre simpático, que era de la Mallona. Venía a Blacos andando por el camino, pero otras veces alargaba el viaje  por el   empalme de Torreblacos, cogía el autobús hasta la venta, donde tras calentarse, iba a Blacos a hacer la misa. El día de año nuevo de 1959 me visitó,  y yo apenas tenía un día. D. Evaristo repartía leche y queso en la escuela. Era célebre por decir aquello de “quiero más a los de Blacos jurando que a los de la Torre rezando” (Se refería a la doblez natural, de nuestros vecinos)

 También ha sido camino de mercadeo: era el camino por donde el tío Casiano de Valdealvillo pasaba con el burro cargado de cebollas matanceras para venderla en  Cabrejas, o volvía con patatas de siembra de la Cuenca.

 En el camino la Torre estaba el pobrero, edificio tipo choza para que pudieran refugiarse los pobres y no tener que ir a ningún pajar particular.  Antes, se les metía en la cocina para cenar y luego se les buscaba pajar, y si estaba impedido se le llevaba en caballería a otro pueblo.  A la mayoría no les gustaba el pobrero, preferían ir a las casas para conversar y sobre todo si se había acabado la leña que ponía el ayuntamiento. No se les permitía permanecer más de un día en el pueblo, a no ser que fuera de algún pueblo cercano y conocido. Anécdota de uno que no  le gustaba  el pobrero: siendo tio Simón  alcalde de Valdealvillo,  decía: “como me llamo Genaro Bohillos, que el

Tio Simón va a presidio” (Genero mendigaba y no era “completo”) Genaro era tío de  tio Simón.

Antes de hacer la carretera era el camino para ir al Burgo, al mercado, o el camino por donde iban  y venía los clérigos, visitadores, párrocos, obispos, y por donde se llevaban la parte del diezmo que pertenecía al obispo o a la catedral. Se pasaba por Torreblacos hasta coger el camino viejo en la Cruz del Canto de Valdealvillo.

 Camino de Rioseco.

Este camino, tras sortear la Venta, se metía por  la dehesa  para subir a la Calzada y al poco abandonarla. La distancia es cercana a los 4 km.

Se iba los lunes a la feria.  Muchas personas iban a pasar el día, charlar y echar un trago y, si se terciaba compraban o vendían algo. El tiempo antiguamente trascurría sosegado. También se iba a la feria de Berlanga a ver caballerías, o para ir comprar ovejas a Gormaz, Liceras  y hasta  Torremocha si era necesario.

Por el camino venía el  Antonio con la yegua cargada de retales de la tienda nueva de confección. Su padre había sido sastre y sus abuelos habían tenido tienda en Buenos Aires

 De Tajueco, venía Máximo, creo se llamaba, con  botijos y pucheros,…envueltos en paja y colocaditos en los serones.

                                                      ******

 Para acabar:

 Quedan muchos caminos, donde seguramente hay historias bonitas y otras truculentas historias como las del Camino Viejo, donde fueron  acosadas las hermanas del conde de Gerona por tropas de Napoleón. Este conde, del que ya hablaré,  tenía predios en Blacos  y solía venir de Madrid o de  Granada, de donde eran, a ver sus posesiones en la comarca del Burgo. O historias del coche de Fuentepinilla, que desde la Venta Nueva iba al Burgo, que tanto llevaba pasajeros,  cochinos en cajones o latas de petróleo.  O las historias para ir a la romería de San Bartolo por  camino del Monte, Casa Vieja, por la veguilla de Cantalucia, a la que se iba a pie o en caballería, siempre que se hubiera acabado de segar. De regreso solían quedarse en el baile de Fuentecantales, que eran fiestas.

 A principios de siglo XIX era competencia  de los ayuntamientos el mantenimiento de los caminos, aunque ya existía un reglamento de 1848 por el cual los municipios debían arreglar los caminos vecinales con cuadrillas con el sistema de “prestación personal”, gratuito, dos veces al año, se días en total, por gente inexperta.

En 1861 la Diputación encargaba a <los municipios las entradas y salidas a la carretera, bien con peonadas, con dinero o con materiales.

La Hermandad  Sindical de Labradores y Ganaderos formada en 1945 tenía las funciones de  ajustar pastos, reparto de rastrojeras, arreglo de caminos en hacenderas

 Las hacenderas, era un servicio de origen medieval, que  obligaban los señores a los concejos  a arreglar cosas comunes, como caminos, limpiara ríos, etc. Lo hacían los hombres y siempre había escaqueo, bien por ausencia, bien por improductividad. Siempre había gente que en su ética estaba el compromiso a la ayudar al común. En alguna época fueron voluntarias y en otras eras punitivas.

Los caminos se arreglaron con la concentración parcelaria de 1964. Hubo sus polémica, por ejemplo los de Blacos negaron aporte de piedra   a los de Torreblacos para arreglar sus caminos, desconocemos la causa. Algunos no tuvieron inconveniente de cederles lo que tanto nos sobraba.

 Otro día hablaremos de otros caminos y otras vidas. Espero vuestra aportación.


Pinto, 3 noviembre de 20202

Serafín Pérez García

serafin.perez.2014@gmail.com

 

 

 

 

UN CURA DE VALDENARROS Y REGAR LA VEGA







    
      "EL PAÍS PINTADO EN SI MISMO" 
                        O 
EL RECONOCIMIENTO A LOS QUE LUCHAN POR EL PROGRESO”


Consideraciones:

1. Mi objetivo del blog, desde el principio,  es encontrar a un un grupo de personas para
   trabajar en equipo y los artículos fueran mas profundos y contrastados. De no ser así, 
   esto queda para quien quiera continuar.

2. Me han dicho que lo que escribo es poco atractivo para el interés de algunos lectores.
   No es estudio histórico, más bien una crónica. Seré un poco más ameno.

Al asunto:

Lo que a continuación narro, está sacado de una "sección de opinión" llamada "El país 
pintado en si mismo" del diario liberal de la mañana "El Imparcial" editado en Madrid 
(periódico de noticias adelantadas) del 18 de diciembre de 1867 y escrito por un tal M. de M.

El asunto es el reconocimiento que tiene un cura de aldea francés en dicho 
periódico , por haber hecho no sé que y, el poco reconocimiento que se hace   a nuestros 
compatriotas que luchan por el progreso y el bien común.

El no reconocido, en este caso,  es el cura de “Val de Narros”, Pedro José Alfaro, que estuvo ejerciendo 
desde 1835 a 1867 y después se jubiló. (1)

Se entiende que el reconocimiento debería haber sido por ser progresista y un visionario, 
un  cura de ideas liberales, que hacía cosas prácticas para beneficio de la gente.

Su idea y proyecto era hacer  regable a la Vega del Abión.

Empezó su tarea en Val de Narros. Tuvo desde el principio la oposición del amo del molino
y de los terratenientes. Pensemos que en esta época los pequeños propietarios apenas si 
eran un tercio de la población, vivían del arriendo  y tenían las peores fincas. 
Los terratenientes eran los propietarios de los mayorazgos y la Iglesia, partidarios 
de mantener las cosas como estaban desde tiempo inmemorial.

Ademas de la oposición de los  terratenientes tuvo que lidiar con la mentalidad 
de los aldeanos, que como decía Loperraéz, historiador de la diócesis, eran perezosos, 
acostumbrados a poca tierra, a las ovejas y la carga de leña para casa o para venderla en 
el Burgo.

El cura hizo los planos, las nivelaciones, y comenzó las obras de las acequias, de la presa 
y el sistema de reparto del agua, como pudieran ser las trampillas.

No me imagino el esfuerzo que le tuvo que costar al cura.

Pero teniendo  la infraestructura era necesario tener conocimiento sobre el cultivo 
de regadío, nuevas semillas y plantaciones. No olvidemos que una de las preocupaciones  
de la Diputación de Soria en esta época  era enseñar a cultivar la tierra a una sociedad 
ganadera que consideraba las ovejas un valor seguro frente a los cereales que dependían 
de la suerte anual del clima, pero los ganados iban a menos.

El cura hizo una huerta  a un kilómetro del pueblo, a modo de escuela de agricultura. 
Sembró de todo y sobre todo árboles y frutales para que se aclimataran. Hicieron pozos 
artesanos y un vivero con nogales, chopos, etc. (Recordemos el interés que tenían las 
instituciones de repoblar y el poco interés y desprecio de los paisanos sobre este tema 
durante todo el siglo XIX y principios del XX)

Según M. de M.  el progreso fue manifiesto: los campesinos vestían mejor, habían adquirido 
los "más cultos hábitos sociales", arreglaron las  casas, se llevó el agua al pueblo, 
compraron  altares para la iglesia, etc. Eran ignorantes, pobres y desgraciados y ahora 
se habían instruido;  y eran ricos moral y económicamente y, por tanto, felices. La población
pasó de cuarenta a ciento quince vecinos.
 
Después de este exitoso experimento se ofreció para planificar regar la vega desde Blacos 
al Burgo.

En 1861,  como como consecuencia de haber hecho la carretera nueva, de la que ya os hablé, 
solicitaba dos alcantarillas para pasar el agua debajo de la carretera. Después de seis 
años todavía esperaban contestación. Este expediente nunca llegaba y las acequias quedaban 
cortadas.

Se pedía como reconocimiento al cura jubilado que se le nombrara miembro 
de la Sociedad Económica Numantina,  o se le diera una canongía en el Burgo. (Al cura francés,
que se llamaba Dinnot, se le había reconocido con el nombramiento de coadjuntor del obispo 
de Nanci).

Lo de la canongía era pedir mucho a un obispo que no era progresista y era antiliberal. 

El obispo a que me refiero era Pedro María  Lagüera, un integrista, que defendía la ley 
eclesiástica sobre la civil, que defendía que los primeros humanos eran Adán y Eva, etc. 
Para riego lo del valle de lágrimas y sacar almas torturadas del purgatorio. 

Además hacía tiempo que los campos y ganados no diezmaban, las propiedades de las tierras de 
los mayorazgos  y de la iglesia se estaban vendiendo a los campesinos.
No parecía que D. Pedro José Alfaro fuera mal cura y miraba por todos.
Este tipo de curas progresistas, como don Pedro José,  abundaron frente aquellos otros curas rudos y semianalfabetos
que eran instruidos para arengar a los parroquianos desde los púlpitos bien contra los franceses 
o bien a favor de los carlistas; en definitiva para que que no cambiara nada y seguir con los 
privilegios.
 



Por entonces en Blacos teníamos un cura vaillesoletano, dominico predicador, llamado 
Gaspar Moreno Casbajosa. No conocemos todavía las obras de este cura ni de otros, pero
seguro que alguno tuvo también sus proyectos. 


foto de Julian Ocon- Flick
    
********************

(1) NOTA CURIOSA: Este cura fue el encargado de leer las amonestaciones para el matrimonio de mis tatarabuelos
en la iglesia de Valdenarros. Salvador Pérez y María Escribano, que era viuda de Felipe Regaña, se casaron en 1845, el 18 de abril.

Nota Aparte:

Desconocemos si en Blacos también hubo problema para pasar el agua del arroyo Santa María a
las Carreras, bajo la nueva carretera.
En Blacos ha habido varias zonas regables: el arroyo Santa María, los huertos de las
carreras, los Linares, el Molino, la Traspala, la Viña, los Prados que cogían agua del
pontón, etc. Posiblemente se regara, no sabemos como, el poblado del puente Avión. También
se sopesó cerrar la hoz de Abioncillo para hacer una presa, pero geológicamente al ser
terreno cárstico era inviable.



Pinto, a 50 días de la Ley de Emergencia de 2020
Serafín Pérez García
serafin.perez.2014@gmail.com








































    

LOS CAMINOS DE BLACOS (3ª PARTE)


















LA NACIONAL 122: “CAMINO CARRETERO”


Debemos hacer un viaje al pasado, “no muy lejano”,  para entender este artículo. También pido paciencia para leerlo. Debemos retroceder 170 años, que es cuando se empieza a diseñar y construir la carretera.

A mediados del siglo XIX  se plantearon mejorar las comunicaciones, como motor de desarrollo, de Castilla con Aragón a través de Soria. La primera era la que se consideraba Agreda-Aranda, que en 1841 se habían hecho algunos tramos. También se planteó hacer la llamada la Soria-Palencia que después recibió el nombre  de Valladolid a Calatayud por Peñafiel y Soria. Aparte, cada tramo recibía un nombre, como pudiera ser Aranda-Soria. Eran de segunda categoría.

Hubo una ley que impulsó esta obra: la Ley Carreteras de 1851, la llamada ley Arteta. Esta ley  planteaba que las carreteras fueran  públicas, construidas y  mantenidas por el estado. No como anteriormente que eran mantenidas por los ayuntamientos.

El proyecto entre Aranda - Burgo de Osma  fue realizado por el ingeniero de caminos  Eduardo Saavedra, recién acabada la carrera en 1852 y se empezó  a construir en  1853.  La carretera no solo era de uso de vehículos, sino también de personas y caballerías. Eduardo Godino era el ingeniero jefe  de Obras Públicas de Soria, quien firmaba los contratos  y las expropiaciones.

Desde 1854 a 1856 se habían realizado tramos 1º 2º 3º 4º (en total 8,3 leguas). 
El tramo 5º era el que iba desde el término de Calatañazor al  Temerososo de Torreblacos, por el cerro los Caballos y atravesaba el camino de Torreblacos a Rioseco y bajaba por debajo de la Mercadera a Valdealvillo. Es el que afectaba a nuestro término.

Este tramo 5º fue modificado, realizando el trazado  por el actual Temeroso, bajando al Hoyo Colmenar, y de forma recta, atravesando parte de la Dehesa hasta la curva del Majano, y recto hasta el nuevo puente de Valdealvillo. Esto supuso retrasar la obra y hacer las expropiaciones.


trazado derogado del Temeroso de Torreblacos.

En 1856 las obras estaban paradas,  pero en 1860 la carretera estaba construida en su totalidad. 

Los 148 km  de esta carretera costaron  6.500.000 ptas. Estaban presupuestado en principio en 25.000 ptas.  por kilometro y 500 ptas. por kilómetro y año de mantenimiento.

La carretera se llamó de 2º orden y  en 1940 con el “Plan Peña” se le puso el nombre de Nacional.  Al principio pasaban vehículos de ruedas, carros, calesas, galeras, etc.  y por eso era un camino carretero.

Este camino carretero estaba hecho de macadam (en recuerdo del técnico escocés que lo ideó, McAdam). El macadam no tenía los cimientos, excepto en lugares poco firmes que se hacía con piedra gruesa. La última capa de piedra picada se aplanaba con rodillos tirados por bueyes y con pisones de mano, para que no quedaran baches, y finalmente se echaba recebo para compactar la piedra. La carretera era combada para evacuar el agua.

Imaginemos el polvo que se levantaba cuando pasaba un coche en los primeros años del siglo XX. 

Hacia 1910 se trajeron los primeros coches a Soria. A Blacos subían por la calle del Río y por una rampa que estaba debajo de la escuela nueva, antes de hacer el muro de contención. Pensemos que la cuesta del pueblo, estaba peor y para subir a la plaza, la Traspalomar, era muy estrecha. Ahora es ancha porque se cedió terreno para ampliar la calle.

En los años 30  se empezó a regar con asfalto algunos trozos. (al menos del km 175 al 179). Con la Guerra Civil esta actuación se paró. En los años 50 se asfaltó y entre 1962 y 1977 se cortaron los arboles, se ensanchó, se redefinieron las curvas, etc. En 1981 se estaban desmontando la primera y segunda curva del temeroso, de forma lenta,  y posteriormente se han hecho mejoras y  de todo tipo.

Es curioso lo que se cobraba  cuando se hizo la carretera por jornada, en reales: Peón mayor (5); peón menor (4);  mampostero (8,5);  cantero (13,5); carpintero (10,5) caballería mayor (8);  caballería menor (6)  carro con una caballería (16); carro con dos caballerías (20,66). Desconozco el poder adquisitivo, pero se trabajaba por la comida un poco más.

La dimensión de la carretera era 4 metros con paseo caminero de 1,25 m, 8 metros de deslinde desde el centro de la carretera. A partir de 1939, el ancho incluido andenes es por norma de 9 metros y se colocan los hitos kilométricos de piedra. Recordemos los del rasante que era  kilométrico y el del majano de que era miriámetro (Mi definición de  kilómetro: distancia del rasante al Majano).

La obra de albañilería como eran las alcantarillas, estaban hechas de sillarejo y mampostería basta. Para evitar los peligros, la alcantarilla con aletas de la dehesa, tenía lo que llamábamos boliches que técnicamente se llaman guardarruedas troncocónicos (muy fino esto para nosotros). En la primera curva del Temeroso todavía se conserva el murete- barbacana rematado con pretil de sillería o similar. Quiero recordar que en la segunda curva este murete tenía vanos para evacuar el agua, era un malecón. Y en el puente de Valdealvillo, murete de vanos, murete corrido y los boliches, antes de el estrechamiento de la carretera para ceñirse al puente. Los desniveles del temeroso debían  tener menos del 8% para facilitar la tracción animal.




Para hacer el tramo de Blacos hubo que hacer expropiaciones.  Con tasación, exposición  y la aceptación de los damnificados. Es curioso el proceso de cómo se hizo, y sobre todo que las expropiaciones indican la  propiedad  de la tierra antes de las desamortizaciones y quiénes eran los administradores o propietarios de las fincas.

En Valdealvillo para hacer la carretera, hubo que expropiar varias viviendas, una fragua y algún corral. El puente se hizo sustituyendo el anterior de madera, cambiándolo por otro de  piedra, que era muy bonito. Ahora tapado con hormigón por el ensanche. Es claro que el pueblo quedó modificado a peor, como hoy lo podemos observar.

En Valdealvillo, Villaciervos y Soria había portazgo: había que pagar por pasar. Digamos que ya teníamos carretera de pago desde 14 de agosto de 1860, y no sé  hasta cuando duró este copago. Los derechos de arancel salían publicados en la Gaceta de Madrid para el arriendo en pública subasta.  Los portazgos se hacían sobre mercancías y comercio y se vinculaba con el arreglo de una parte del camino.

Se cuentan anécdotas de cómo la gente evitaba el pago del portazgo: se decía que  iban a Soria por Valdenebro, Boos, Rioseco….. También se cuenta la anécdota de unos de la Torre que se ahogaron con su yunta por vadear. Pero de esto hay poca certeza. De lo que si hay certeza es que desde mitad del siglo XVI se pagaba pontazgo, y que este pudo ser  de las monjas clarisas, suponemos que por cesión de derechos..

Supongo que han pasado todo tipo de personas a pie o en carros, en automóviles, etc. También pasaban las postas, que se hacían relevo de caballos apostados cada 15 o 20 km.

Por aquí han pasado bandoleros, salteadores de caminos, desertores, guerrilleros, etc. Supongo que hay miles de anécdotas que entre todos podríamos contar. Mi madre, con apenas diez años , recuerda de la Guerra Civil a los italianos  que iban en camiones grises, armando barullo, mal vestidos y tirando todo por el suelo; los alemanes ,en camiones verdes, bien vestidos, compraban en casa  de la Trini, no tiraban las latas al suelo y eran muy educados.

La realización de la carretera supuso ayudar a que la economía y la vida de los ciudadanos mejorase. Blacos al fin de cuentas quedaba cerca de la carretera, por donde pasaba desde 1926 coche de línea a Soria, al Burgo; el de Fuentepinilla (que venía por la Venta Nueva, que llevaba en la baca cochinos al Burgo,  portaban hasta latas de petróleo, y mil cosas más,....)

EL ARBOLADO DE LA CARRETERA

Desde principios  del siglo XIX  se daban instrucciones a los municipios para que plantasen arbolado para  su aprovechamiento de madera, de hoja de mora, o para reforestar. Se imitaba  lo que se hacía en Francia. Por poner un ejemplo, cuando estuvieron acuarteladas las tropas de Napoleón en  Burgos se dedicaban a plantar árboles en las carreteras, pues no entendían que hubiera tan pocos árboles.

En 1862 se empezaron a plantar árboles  en las cercanías de los pueblos y en algunos tramos de carretera. Hacia 1900 se empiezan a plantar árboles en las carreteras debido al Decreto de 6 julio de 1900. Se hacía para embellecer,  orientar a los coches y dar sombra. 

Los recuerdo casi como se puede ver en la fotografía, con un trozo de tronco encalado. Cuando éramos pequeños íbamos a Valdealvillo por San Antonio, bajábamos con mi madre, que es de Valdealvillo, y para hacer los cuatro kilometos nos decía: “ahora hasta aquel árbol” y así nos motivaba para caminar. Era de agradecer la sombra en verano.

Los arboles se plantaron desde el principio, por tandas,  que se traían de viveros que se habían creado para este menester. Eran en su mayoría chopos, olmos, castaños de indias, acacias, tilos, etc.

Los  árboles se arrancaron a partir 1961, para ensanchar la carretera y porque se consideraban peligrosos, pues los coches se estrellaban contra ellos con muchas muertes. Nosotros lo lamentamos pues nuestra madres nos mandaba a coger hojas de olmo para los cerdos, que por cierto les encantaba.


hacia 1946, de la fototeca IGN


Esas filas rectas de árboles no fue del agrado de los agricultores, que no los veían ni bonitos, ni útiles y daban sombra a los sembrados y quitaban sustancia a la tierra.

Según el Noticiero de Soria, En 1906 varios vecinos de Torreblacos y Blacos son denunciados por descorchar cientos de chopos de la carretera (en Blacos 272). Dice el Noticiero  que Alfonso XIII, en el mes de julio pasó y fue testigo. En la carretera  de la Vega del Abión se dice que se descorcharon 1500 chopos.

Benigno Vinuesa Ropero (casualmente con apellidos comunes de Blacos), de Navalcaballo escribía el  22/9/1906 en el Avisador Numantino (revista semanal de intereses morales y materiales de la provincia de Soria) lo siguiente:

“…. mientras en algunos lugares se celebraba la fiesta del árbol aquí se destruían, no apreciando el bien general sobre el particular. (…)  “desde la cuesta del Temeroso, término de Blacos, hasta  el  Burgo de Osma hay una extensa vega de unos veinte kilómetros de longitud, recorrida por dicha carretera, cuyos márgenes es tan poblados de arbolado, casi todos de la especie chopo, que, con sus raíces y sombra, han  inutilizado más de trescientas fanegas de labranza, bastantes de las cuales destinadas al cultivo de hortalizas, patatas alubias o judías”

También se quejaban los de la vega  de que el río que estaba mal encauzado, se desbordaba,  y que junto a lo anterior, tenían inutilizadas la tercera parte de la vega del Avión. Todos los pueblos de la vega habían pedido a las autoridades, durante los diez últimos años la corta de los arboles, arranque o sustitución por otros menos perjudiciales. Se pedía que se sustituyeran por acacias, plátanos, etc. que perjudicaban menos.  También que los controlases los ayuntamientos y se enseñara en las escuela a apreciar los beneficios de los arboles,….

Se decía que en Blacos, Torreblacos y Torralba era donde más se habían destrozado (en Valdealvillo  apenas se nombra y esto puede decirse porque allí se había recientemente asentado la benemérita).

EL MANTENIMIENTO: LOS CAMINEROS

La vigilancia  y el mantenimiento de la carretera era de losa camineros. Tenían asignado un tramo. Actuaban en cuadrillas o en solitario. También se les encomendaba la vigilancia de las comunicaciones como los tendidos del telégrafo.

El caminero debía vivir en el sector de mantenimiento. Se llamaba la casilla de peones. Se solía colocar en zonas elevadas par facilitar la vigilancia. Se evitaba que pasaran carruajes de tiro con clavos en las ruedas que destrozaban la calzada.

Los camineros tenían la obligación de vigilar la carretera, pero también la Guardia Civil. La carretera influyó  para que la Guardia Civil se trasladase  de Calatañazor a Valdealvillo. El traslado de puesto, según indica el Noticiero de Soria se hizo el 21 de julio de 1909. Se traladaron un cabo y 4  guardias (ya entonces se quejaba e de que se concentrases en los pueblos los cuarteles, dejando muchos pueblos sin guardia civil.

La guardia civil de trafico denunciaba a ganaderos que pastaban en las cunetas, a los carros sin chapa de arbitrio de la diputación, carros sin  farol por la noche, bicis sin timbre y dinamo y faro, etc… Esto da para otro tema y mil anécdotas, algunas desagradables. De todas formas no faltaba educación vial, tan simple como era por donde se podía circular. Recuerdo un libro amarillo de como er buen peatón que me regaló Teogenes Ortego Frías,pariente de mi abuela (que fue inspector de enseñanza y miembro de la Real Academia de la Historia).

OTROS ASUNTOS:

Recomiendo que leáis los argumentos que se daban de acompañar a la carretera con un ferrocarril, que podría haber tenido estación de tren en Blacos.

Libro “Ferrocarriles de la provincia de Soria. Memoria 1880. Está digitalizado en la Biblioteca CYL. No tiene desperdicio.  El informe del plan de ferrocarriles de España sopesaba pasar la vía del Burgo a Soria por la vega del Avión. 1865.


Pinto a 15 de marzo de 2020
Serafín Pérez García
Serafin.perez.2014@gmail.com




LOS CAMINOS DE BLACOS : 2ª PARTE
















        LA CALZADA ROMANA: “UN CAMINO NADA IMPORTANTE”


La calzada romana, o la calzadilla, como la llamaban algunos, no se valoraba suficientemente  lo que en realidad era una gran obra pública. Atraviesa el término por extremo sureste. A las tierras contiguas y hasta el término de Rioseco se llaman las Calzadas. Por encima de los páramos de Calatañazor recibe el nombre de camino sarraceno, camino carramoros: supongo en recuerdo de cuando éramos árabes.

La existencia de la antigua vía romana entre Uxama y Augustobriga  se conocía desde el siglo XVI gracias al cronista  aragonés Jerónimo Zurita.Se trata de la vía XXVII del "Itinerario de Antonino".


 “Memoria de la Real Academia de la Historia, volumen 9, 1879.

Quien  mejor la estudió fue Eduardo Saavedra, que  en los años sesenta del siglo XVIII fue  delegado de Obras Públicas de Soria.  La estudió cuando  trabajaba para la empresa de Ferrocarriles del Suroeste,  buscando las posibilidades de proyectar un trazado de tren entre el Burgo y Soria, que pasaba por la Vega del Abión.

Se trata de una  vía de 107 km entre Agustobriga (Muro de Agreda) y Uxama (Osma), construida o reparada por Trajano en los primeros años del siglo II d C. 



En  nuestro término hemos visto como estaba construida  gracias a las catas que  hizo un equipo de investigación de la Junta de Castilla y León, antes de que los desmontes de la  autovía destrozara un trozo.



Está formada por tres capas: una de  piedras gruesas que hacen de cimiento, otra  de piedra machacada  y  la última de recebo calcáreo. Todo encajado con dos hileras de piedras grandes que hacían de márgenes y que estaban ocultas. La  superficie es curvada para evacuar el agua.


Sección de la calzada: milla LVI (En Blacos)

Saavedra dice que desde la milla LVI (la parte de calzada que está en el término) hay un  camino que baja, por la ermita, que pasa  Blacos,que llega hasta lo que llama las Fuentes del Abión, (donde está ahora el refugio) , donde podría estar la ciudad de Veluca.

(Recordar que el historiador  romano Cornide  atribuye estas ruinas de Veluca  á la Savia que describe Ptolemeo).  Para Saavedra,  la ciudd de Savia pudiera ser Las Cuevas y no este lugar de Blacos. A saber.

Saavedra  dice que estas ruinas, de las que apenas quedaba nada, podría tratarse de una villa romana o un  monasterio posterior, del que parte un camino empedrado de un metro  de ancho que llega hasta las eras de Blacos.

A mi entender la bajada por la ermita, pudiera ser un camino romano, pero también creo que es romana la bajada del camino de Rioseco, donde todavía queda camino empedrado  y que se conserva,  parte por dentro de la dehesa y parte por fuera. 

Recordar no confundir Veluca con Voluce. 

Se desconoce la localización de  la ciudad celtiberica de Voluce. Que Voluce fuera el actual Blacos es defendido por algunos autores. Otros afirman que está en el cerro  de  Los Castejones, en Calatañazor; pero este lugar  podría ser un castellum o un hospitium , ya que es  demasiado pequeño para ser ciudad,  está en mal lugar, y no hay agua. Que no haya demasiadas ruinas ni en -Blacos ni en los Castejones se debe que los edificios se hacían de madera y han desaparecido.

Como veis, todo suposiciones, pero queda claro que este territorio fue importante,  territorio de los Velos o pelendones. (Otros dicen que éramos arévacos, como los numantinos). Tenemos a tres kilómetros  la necrópolis celtibérica del siglo -IV de la Mercadera, con 99 enterramientos encontrados con sus ajuares funerarios.

Esta vía se utilizó como camino militar por los romanos, recordando que se hizo dos siglos y medio después de la rendición de Numancia. Por supuesto que la obra se hizo con esclavos, aportados por los magnates que tenían intereses por la zona, pues había muchas granjas cercanas a la vía, y con aporte monetario de estos, que también contribuían a su mantenimiento.

Por esta vía pasaron invasores godos, y algunos se          asentaron o asimilaron con los hispanorromanos: no sabemos en qué condiciones.


Fue vía militar de paso para las huestes musulmanas, que como sabemos se  aprovisionaban de los poblados cercanos a la calzada. Estos no solían respetar las construcciones de los infieles, por lo que supones que se destruyeron construcciones visigodas de tipo religioso. Esta zona fue paso del Duero hacia la Rioja donde los moros estaban bien asentados.


Tras la repoblación medieval, por esta vía pasaron militares, curas, comerciantes,... con caballos y cuando se pudo con carros. Fue camino  ganadero coincidente en muchos tramos con la Cañada Real de Soriana, que  empezaba a pocos kilómetros de Blacos.


Enrique Flórez, historiador eclesiástico fue del Burgo de Osma a Soria en 1766, se dirigió por Lodares, Boos, y Rioseco, dando un rodeo para no pasar por esta vía. Suponemos que lo hizo porque la calzada  estaba intransitable.


En la ”Guía par ir de unas ciudades a otras” de Matías Escribano (1767), el camino de   Valladolid a Soria, figuraba  que pasaba por Burgo de Osma - Velasco - Valdealvillo -  Blacos- La Mallona,… Se describe como camino de herradura y no de ruedas, como se denominaba a las vías  por donde pasaban carruajes. ¡Como estaría el camino viejo, que así ya se llamaba!

En 1771 Tomás López (cartógrafo de Carlos III) encarga al cura de la Villa, Ramón Bary Martínez, que le describa el arciprestazgo de Calatañazor; y en la descripción indica que el camino viejo está  intransitable.

Por esta calzada vino en abril  de 1778 el  corregidor de Soria,  para hacer efectiva  que el alcalde de Blacos, Pedro Sancho,  tomara posesión, en representación del concejo, del monte Carrascal usurpado por el  concejo de Calatañazor.  (Leed para más información “La Media y el Carrascal” de este blog)


En 1812 la carretera del Burgo a Soria, que era esta vía, era para caballerías (de herradura) y no figuraba en los mapas de los caminos de ruedas de Santiago López. Posiblemente fuera carretera  de tercer orden y por supuesto, en estado calamitoso. 

Por esta carretera  pasó el general Ney y el general Dessoyes, desde el Burgo a Soria el 21 de noviembre de 1808, en la invasión de Napoleón. Y de Soria al Burgo regresó el coronel Douvernet. Seguro que este camino era el itinerario más corto. 

 En los itinerarios de 1838 era considerado  camino para  caballerías. 

 A principios de siglo XIX era competencia el mantenimiento  de estos caminos, en el  tramo que les correspondiese, a los  ayuntamientos. 

Existía un reglamento en 1848 por el cual los municipios debían arreglar los caminos vecinales con cuadrillas por el sistema  de “prestación personal”, gratuito, dos veces al año, 6 días en total.

Alfonso X , quinientos años antes , ya legisló  en “Las Partidas” la conservación y  cómo respetar el  espacio de los caminos, indicando que no se podían estrechar ni construir en ellos. (Cosa que se todavía incumplimos)

En los planos  del termino municipal de 1915, que se puede consultar en en el  Servicio Geográfico Nacional,  figura como camino real viejo, pero es una   confusión por coincidir en parte con la Cañada Real. No es camino real ya que no  partía de la Corte.



A partir de los años 70 la calzada fue transitada por los tractores, que marcaron  cicatrices paralelas, no resistiendo para  lo que no estaba preparada.Y para colmo,  las  obras de la autovía: con  tanto  proyecto, impacto ambiental, etc.  se han cargado un  kilómetro de calzada de nuestro patrimonio. Simplemente hubiera bastado un minitunel y haber desplazado cien metros el trazado para haberla salvado.

*********
 La gente no  consideraba  a este camino por la zona de Blacos importante pues era poco utilizado por los lugareños.  Se utilizaba la calzada, el Camino Viejo, bien por debajo de la Mercadera, por Valdealavillo, o  bien por Torreblacos, hasta la Cruz del Canto de Valdealvillo  (hito que fue muy  importante) para llegar al Burgo.

El camino, en la bajada del Temeroso de Torreblacos, se vigilaba desde  este pueblo por una torre y que sirvió antes y después de la repoblación para vigilar el territorio y hacer de pósito.

  Sí. Fue importante durante muchos siglos.

El tiempo borró las huellas y los caminantes se perdían cuando se perdía el camino y no  encontraban sitio para alojarse por encontrarse los pueblos a partir del Temeroso   alejados de la vía. Ojalá que nosotros no perdamos la  memoria.


   


Pinto a 11 de marzo de 2020

Serafin Pérez García

serafin.perez.2014@gmail.com