LOS CAMINOS DE BLACOS : 2ª PARTE
















        LA CALZADA ROMANA: “UN CAMINO NADA IMPORTANTE”


La calzada romana, o la calzadilla, como la llamaban algunos, no se valoraba suficientemente  lo que en realidad era una gran obra pública. Atraviesa el término por extremo sureste. A las tierras contiguas y hasta el término de Rioseco se llaman las Calzadas. Por encima de los páramos de Calatañazor recibe el nombre de camino sarraceno, camino carramoros: supongo en recuerdo de cuando éramos árabes.

La existencia de la antigua vía romana entre Uxama y Augustobriga  se conocía desde el siglo XVI gracias al cronista  aragonés Jerónimo Zurita.Se trata de la vía XXVII del "Itinerario de Antonino".


 “Memoria de la Real Academia de la Historia, volumen 9, 1879.

Quien  mejor la estudió fue Eduardo Saavedra, que  en los años sesenta del siglo XVIII fue  delegado de Obras Públicas de Soria.  La estudió cuando  trabajaba para la empresa de Ferrocarriles del Suroeste,  buscando las posibilidades de proyectar un trazado de tren entre el Burgo y Soria, que pasaba por la Vega del Abión.

Se trata de una  vía de 107 km entre Agustobriga (Muro de Agreda) y Uxama (Osma), construida o reparada por Trajano en los primeros años del siglo II d C. 



En  nuestro término hemos visto como estaba construida  gracias a las catas que  hizo un equipo de investigación de la Junta de Castilla y León, antes de que los desmontes de la  autovía destrozara un trozo.



Está formada por tres capas: una de  piedras gruesas que hacen de cimiento, otra  de piedra machacada  y  la última de recebo calcáreo. Todo encajado con dos hileras de piedras grandes que hacían de márgenes y que estaban ocultas. La  superficie es curvada para evacuar el agua.


Sección de la calzada: milla LVI (En Blacos)

Saavedra dice que desde la milla LVI (la parte de calzada que está en el término) hay un  camino que baja, por la ermita, que pasa  Blacos,que llega hasta lo que llama las Fuentes del Abión, (donde está ahora el refugio) , donde podría estar la ciudad de Veluca.

(Recordar que el historiador  romano Cornide  atribuye estas ruinas de Veluca  á la Savia que describe Ptolemeo).  Para Saavedra,  la ciudd de Savia pudiera ser Las Cuevas y no este lugar de Blacos. A saber.

Saavedra  dice que estas ruinas, de las que apenas quedaba nada, podría tratarse de una villa romana o un  monasterio posterior, del que parte un camino empedrado de un metro  de ancho que llega hasta las eras de Blacos.

A mi entender la bajada por la ermita, pudiera ser un camino romano, pero también creo que es romana la bajada del camino de Rioseco, donde todavía queda camino empedrado  y que se conserva,  parte por dentro de la dehesa y parte por fuera. 

Recordar no confundir Veluca con Voluce. 

Se desconoce la localización de  la ciudad celtiberica de Voluce. Que Voluce fuera el actual Blacos es defendido por algunos autores. Otros afirman que está en el cerro  de  Los Castejones, en Calatañazor; pero este lugar  podría ser un castellum o un hospitium , ya que es  demasiado pequeño para ser ciudad,  está en mal lugar, y no hay agua. Que no haya demasiadas ruinas ni en -Blacos ni en los Castejones se debe que los edificios se hacían de madera y han desaparecido.

Como veis, todo suposiciones, pero queda claro que este territorio fue importante,  territorio de los Velos o pelendones. (Otros dicen que éramos arévacos, como los numantinos). Tenemos a tres kilómetros  la necrópolis celtibérica del siglo -IV de la Mercadera, con 99 enterramientos encontrados con sus ajuares funerarios.

Esta vía se utilizó como camino militar por los romanos, recordando que se hizo dos siglos y medio después de la rendición de Numancia. Por supuesto que la obra se hizo con esclavos, aportados por los magnates que tenían intereses por la zona, pues había muchas granjas cercanas a la vía, y con aporte monetario de estos, que también contribuían a su mantenimiento.

Por esta vía pasaron invasores godos, y algunos se          asentaron o asimilaron con los hispanorromanos: no sabemos en qué condiciones.


Fue vía militar de paso para las huestes musulmanas, que como sabemos se  aprovisionaban de los poblados cercanos a la calzada. Estos no solían respetar las construcciones de los infieles, por lo que supones que se destruyeron construcciones visigodas de tipo religioso. Esta zona fue paso del Duero hacia la Rioja donde los moros estaban bien asentados.


Tras la repoblación medieval, por esta vía pasaron militares, curas, comerciantes,... con caballos y cuando se pudo con carros. Fue camino  ganadero coincidente en muchos tramos con la Cañada Real de Soriana, que  empezaba a pocos kilómetros de Blacos.


Enrique Flórez, historiador eclesiástico fue del Burgo de Osma a Soria en 1766, se dirigió por Lodares, Boos, y Rioseco, dando un rodeo para no pasar por esta vía. Suponemos que lo hizo porque la calzada  estaba intransitable.


En la ”Guía par ir de unas ciudades a otras” de Matías Escribano (1767), el camino de   Valladolid a Soria, figuraba  que pasaba por Burgo de Osma - Velasco - Valdealvillo -  Blacos- La Mallona,… Se describe como camino de herradura y no de ruedas, como se denominaba a las vías  por donde pasaban carruajes. ¡Como estaría el camino viejo, que así ya se llamaba!

En 1771 Tomás López (cartógrafo de Carlos III) encarga al cura de la Villa, Ramón Bary Martínez, que le describa el arciprestazgo de Calatañazor; y en la descripción indica que el camino viejo está  intransitable.

Por esta calzada vino en abril  de 1778 el  corregidor de Soria,  para hacer efectiva  que el alcalde de Blacos, Pedro Sancho,  tomara posesión, en representación del concejo, del monte Carrascal usurpado por el  concejo de Calatañazor.  (Leed para más información “La Media y el Carrascal” de este blog)


En 1812 la carretera del Burgo a Soria, que era esta vía, era para caballerías (de herradura) y no figuraba en los mapas de los caminos de ruedas de Santiago López. Posiblemente fuera carretera  de tercer orden y por supuesto, en estado calamitoso. 

Por esta carretera  pasó el general Ney y el general Dessoyes, desde el Burgo a Soria el 21 de noviembre de 1808, en la invasión de Napoleón. Y de Soria al Burgo regresó el coronel Douvernet. Seguro que este camino era el itinerario más corto. 

 En los itinerarios de 1838 era considerado  camino para  caballerías. 

 A principios de siglo XIX era competencia el mantenimiento  de estos caminos, en el  tramo que les correspondiese, a los  ayuntamientos. 

Existía un reglamento en 1848 por el cual los municipios debían arreglar los caminos vecinales con cuadrillas por el sistema  de “prestación personal”, gratuito, dos veces al año, 6 días en total.

Alfonso X , quinientos años antes , ya legisló  en “Las Partidas” la conservación y  cómo respetar el  espacio de los caminos, indicando que no se podían estrechar ni construir en ellos. (Cosa que se todavía incumplimos)

En los planos  del termino municipal de 1915, que se puede consultar en en el  Servicio Geográfico Nacional,  figura como camino real viejo, pero es una   confusión por coincidir en parte con la Cañada Real. No es camino real ya que no  partía de la Corte.



A partir de los años 70 la calzada fue transitada por los tractores, que marcaron  cicatrices paralelas, no resistiendo para  lo que no estaba preparada.Y para colmo,  las  obras de la autovía: con  tanto  proyecto, impacto ambiental, etc.  se han cargado un  kilómetro de calzada de nuestro patrimonio. Simplemente hubiera bastado un minitunel y haber desplazado cien metros el trazado para haberla salvado.

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 La gente no  consideraba  a este camino por la zona de Blacos importante pues era poco utilizado por los lugareños.  Se utilizaba la calzada, el Camino Viejo, bien por debajo de la Mercadera, por Valdealavillo, o  bien por Torreblacos, hasta la Cruz del Canto de Valdealvillo  (hito que fue muy  importante) para llegar al Burgo.

El camino, en la bajada del Temeroso de Torreblacos, se vigilaba desde  este pueblo por una torre y que sirvió antes y después de la repoblación para vigilar el territorio y hacer de pósito.

  Sí. Fue importante durante muchos siglos.

El tiempo borró las huellas y los caminantes se perdían cuando se perdía el camino y no  encontraban sitio para alojarse por encontrarse los pueblos a partir del Temeroso   alejados de la vía. Ojalá que nosotros no perdamos la  memoria.


   


Pinto a 11 de marzo de 2020

Serafin Pérez García

serafin.perez.2014@gmail.com

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