Apunte Nº 45
LA MILLONARIA HERENCIA
Lo descrito en estos apuntes ocurrió aproximadamente como se cuentan. No ocurrió en Blacos, pero si en nuestro vecino pueblo de Calatañazor. Y suponemos que la noticia sería bomba en la comarca y daría para muchos chascarrillos, y a alguna envidieta. La fuente son los protocolos notariales del Burgo de Osma que están depositados. en el Archivo Histórico Provincial de Soria, caja 3247, protocolo N.º 130, pág. 842, y ss; del notario Domingo Giménez Aguilar, del año de 1859.
Desconocemos como pudo llegar a oídos de Polonia Aylagas de Aylagas, viuda y vecina de Calatañazor, la noticia de que un hermano suyo, que murió en La Habana, había dejado una herencia con una importantísima suma de dinero, nada menos que nueve millones y medio de reales.
Para saber lo que suponía esos dineros, y por comparación, en 1859, la carretera de Soria a Aranda estaba prácticamente acabada, y un peón mayor cobraba 5 reales al día y un mampostero 8 reales. Siete años más tarde a un señor de Madrid le adjudicaron en la subasta de Bienes Nacionales desamortizados el monte Carrascal de Blacos por 14.404 reales (140 hectáreas). Imaginemos lo que se podía haber comprado con esa supuesta herencia.
El hermano en cuestión era Bruno Aylagas de Aylagas, hijo de Diego y Gertrudis, ambos nativos del pueblo de Aylagas. Bruno había ido a Cuba de miliciano, parece ser que allí se quedó y amasó una gran fortuna.
Tres vecinos del Burgo, Plácido Alonso, Calisto Moreno y Miguel Ibarra, dijeron ser testigos de que Bruno había dejado un testamento. Y que Don Bruno había fallecido hacia 1843 o 1844. El dinero parece ser que estaba ingresado en el “Banco Español de San Fernando o de San Carlos”.
Suponemos que los familiares, conocedores de estas noticias, comenzaron las pesquisas para las averiguaciones, que serían largas y complicadas. Si llegaban a buen término la recompensa sería importante. Se juntaron los parientes que podían ser herederos: Mariano Cabrerizo Aylagas y Diego García Aylagas, ambos de Ucero; Matías García Aylagas, de Lodares, y la nombrada y que creemos más interesada, su hermana Polonia.
En un principio, estos parientes, dan un poder a un tal Don Diego Rodríguez, de Aranda de Duero, y a tres vecinos de Madrid, Mariano de Zea, Vicente Díaz Carrasco y Gabriel Guijarro, para que hicieran las averiguaciones para saber si todo era cierto.
Entendemos que esta empresa no llegó a buen puerto por razones que desconocemos, y Polonia por su cuenta, en 1859, quince años después de la supuesta muerte de su hermano, hace una obligación condicional ante el notario del Burgo a favor de Don Antonio Rico Barrón, persona de sobrada capacidad y solvencia y con buenos contactos en Madrid. (Don Antonio era propietario de la finca azucarera de La Rasa, de mil cuatrocientas hectáreas, y propietario de cuatrocientas hectáreas en Fuentecantales, procedentes de las desamortizaciones y que posteriormente vendió a trece vecinos. También tenía una fábrica de chocolate. Era republicano como su cuñado Manuel Ruiz Zorrilla, también del Burgo, que llegó a ser Ministro de Fomento, Gracia y Justicia, así como notable parlamentario.
En esta obligación, que era documento notarial, se decía que tras la muerte de Don Bruno se había publicado edicto para que los familiares y otros comparentes nombrados tuvieran noticia de la herencia, y que no se habían presentado por no enterarse. Para empezar la indagación que suponía importantes gastos, Polonia entrega a Don Antonio 50 duros, equivalente a mil reales. Si consiguiera ser nombrada heredera, le daría cuatro mil reales a D. Antonio y si definitivamente consiguiera el dinero de la herencia, le promete la mitad de lo que le correspondiese.
Desconocemos si los parientes pudieron tener acceso al testamento y si llegaron a conocer la verdad. Seguro que los indagadores y otras personas sacaron bastantes dineros de estos menesterosos parientes. Si hubo ese depósito tanto en el Banco Español de La Habana, o en el de San Fernando (antes San Carlos), que eran bancos privados, éstos harían todo lo posible para dilatar las gestiones y quedarse con el dinero (que era parte del negocio de los bancos).
Polonia no firma en la obligación: suponemos porque no sabía
*************************
Blacos a 24 de mayo de 2024, víspera del “Día del Santo” San Miguelito.
Serafín Pérez García.
No firma Apolonia, y suponemos que es porque no sabía.